EFE.- El Ejército birmano, acusado de crímenes de guerra, ha destruido más de 160 viviendas, así como dos iglesias y la sede la ONG Save the Children, de un pueblo en el estado Chin (oeste) tras lanzar bombas incendiarias, informó este sábado la agencia Chindwin.
Los soldados birmanos incrementaron el viernes el ataque contra la ciudad de Thantlang, de unos 10 mil habitantes, como represalia a la resistencia armada de la guerrilla Ejército Nacional Chin (CNA) y la milicia civil Fuerza de Defensa de Chinland (CDF) al golpe militar del pasado 1 de febrero.
“La extensa destrucción de propiedades civiles, llevada a cabo deliberadamente y no justificada por ninguna necesidad militar representa crímenes de guerra y una grave violación de la ley humanitaria internacional”, dijo en un comunicado Salai Za Uk Ling, de la ONG Chin Human Rights Organization.
La ONG indicó de que hay reportes de que soldados birmanos también han incendiado casas y que hay unos 20 niños y sus profesores en un orfanato que continúan en la localidad asediada porque no pueden huir.
El líder chin y miembro del movimiento prodemocrático Lian Sakhong indicó al canal Channel News Asia que el ataque ha empeorado la crisis humanitaria en el estado, uno de los más pobres del país, y que muchos han huido a la vecina India.
A combined force of troops from LIB 269, 222 and LID 11 based in Thantlang have set fire to the abandoned town to fight off CDF fighters who shot & killed one killed one of them who broke into shops to steal goods. The inferno is likely to consume the entire town as it spreads. pic.twitter.com/ZsRJ9Fn4dA
— ChinHumanRightsOrg (@ChinHumanRights) October 29, 2021
“Lo que necesitamos es que la comunidad internacional nos ayude, no a través de Birmania, sino a través de (el estado de) Mizoram, de India“, aseveró Sakhong.
El CNA y el CDF, una milicia formada poco después del levantamiento militar, son parte de las fuerzas prodemocráticas que se enfrentan a la junta militar en gran parte del país desde hace meses.
El pasado 7 de septiembre, el autodenominado Gobierno de Unidad Nacional (NUG), formado por políticos y activistas cercanos a la depuesta líder Aung San Suu Kyi, declaró una “guerra defensiva” contra el Ejército birmano.
En los casi nueve meses transcurridos desde el golpe, la junta ha arrestado a más de nueve mil personas, de las que más de siete mil siguen detenidas según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), que también contabiliza mil 220 muertes por la represión de las fuerzas de seguridad.
El Ejército justifica el golpe de Estado por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales del pasado noviembre, cuyo resultado ha sido anulado y en las que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.