El director de la oficina para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Manuel Vivanco, calificó este sábado de “infame” la reunión del canciller Marcelo Ebrard con su homónimo cubano, Bruno Rodríguez, tras las manifestaciones en aquel país en contra del gobierno.
Por medio de su cuenta de Twitter, Vivanco citó un mensaje de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en la que la dependencia federal expresaba “su solidaridad” con esa nación, y en la que informaba sobre la reunión que sostuvo Ebrard con Rodríguez.
La reunión entre ambos cancilleres se realizó en las instalaciones de la SRE. En la publicación que citó Vivanco, Cancillería comparte imágenes de una reunión de trabajo entre funcionarios mexicanos y el embajador cubano.
Mientras el régimen cubano reprime brutalmente a los manifestantes, el canciller de México @m_ebrard se reúne con su par cubano, @BrunoRguezP, para expresarle su "solidaridad".
Infame. https://t.co/5JIaEmwHew
— José Miguel Vivanco (@VivancoJM) July 24, 2021
Horas después de la crítica de Vivanco a Ebrard, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró esta mañana que “Cuba merece el premio de la dignidad” porque consideró que ese país peleó por su soberanía.
“Esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia, por su ejemplo de resistencia. Por esa misma razón, debiera ser declarada Patrimonio de la Humanidad, pero también sostengo que ya es momento de una nueva convivencia entre todos los países de América, porque el modelo impuesto hace más de dos siglos está agotado”, sostuvo López Obrador.
El pasado 11 de julio, diversas protestas se produjeron en diferentes localidades de Cuba, como San Antonio de Los Baños, Güira de Melena y Alquízar en la provincia occidental de Artemisa; Palma Soriano, en Santiago de Cuba, y también salió gente a las calles en algunos barrios de La Habana.
En San Antonio de los Baños, cientos de personas salieron este domingo a la calle a protestar al grito de: “¡Abajo la dictadura!”, “¡Libertad!” y “¡Patria y vida!”. Decenas de manifestantes fueron detenidos por el gobierno del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.