LLEGÓ COMO ALBAÑIL A LOS YAQUIS Y SE CONVIRTIÓ EN UN ÍCONO DE LA FRANQUICIA

«Nadie somos humanos, todos somos perfectos», solía decir el siempre ocurrente Guillermo López, mejor conocido como «La Araña» y considerado por muchos como el batboy más popular en la historia del beisbol mexicano.

¡Su historia es verdaderamente increíble!

Jorobado de nacimiento y vecino de la Colonia Ladrillera de Ciudad Obregón –hoy Morelos–, López llegó a los 18 años de edad a la construcción del Estadio «Tomás Oroz Gaytán» para trabajar como albañil, pero era tan carismático que se ganó la simpatía de los dueños del equipo y lo contrataron como batboy (es decir, que la entonces nueva casa de los Yaquis la construyó «La Arañita», como también se le conocía de cariño).

Y desde su primer año se hizo notar en la Liga Mexicana del Pacífico, a tal grado que el legendario Dave Winfield –quien jugó con los Yaquis en la temporada 1973-74–, lo recordó en las memorias de su libro al llamarlo «Spider Man».

Guillermo se ganó el aprecio de grandes figuras, aún y cuando les hacía bromas pesadas.

«Los extranjeros venían con sus spikes de diferentes colores», recuerda Marco Antonio Vázquez, ex jugador y ex manager de los Yaquis. «Pero al día siguiente del juego inaugural La Araña ya los tenía pintados todos de negro y cuando iban a preguntarle, les decía: «Aquí todos son del mismo color».

Pero si los peloteros tienen fama de vagos –sobre todo los de antaño–, «La Arañita» estaba un paso adelante de todos.

Era muy bueno para jugar a la baraja y después de los juegos en casa o en los viajes de los Yaquis en autobús, el famoso batboy les ganaba a las cartas y las apuestas.

También era un extraordinario jugador de billar y tenía que darles ventaja para que se animaran a jugarle, lo cual provocó que en una ocasión cayera en una gran deuda económica.

Tiempo después, La Arañita se ganó 500 mil pesos en la Lotería Nacional y eso lo supieron todos los peloteros.

–¿Qué hiciste con el dinero?, le preguntó uno de ellos.

–«Pagué 100 mil (deudas del billar), le di 100 mil a mamá, 100 mil a papá y lo demás lo metí al banco», respondió sin titubear.

«La Araña» se ganó el respeto y la gran amistad de Vinicio Castilla, quien lo ayudaba en lo económico cuando era la estrella de los Rockies de Colorado y reportaba a jugar cada invierno con los Yaquis en los años 90’s.

En 1998, cuando Castilla conectó 46 jonrones y produjo 144 carreras en Grandes Ligas, La Araña había estado asistiendo a un pelotero al iniciar esa temporada de la LMP.

Pero una semana antes de que reportara «El Vinny» a los Yaquis, Guillermo López le dijo en el Clubhouse: «Ahí vieje el jefe, ya no podré cargarte las maletas», lo cual provocó la carcajada de todo el equipo.

Así fue siempre en vida La Arañita, a quien le tocó ganar tres campeonatos con el equipo y vio ganar a los Yaquis su primera Serie del Caribe en febrero de 2011.

Un mes después, Guillermo López falleció a los 59 años de edad debido a una grave enfermedad.

Pero hoy lo recordamos con mucho respeto, cariño y alegría, tal cual me dijo en una entrevista que así le gustaría ser recordado.

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