Zarifa Ghafari, la primera mujer en ocupar el cargo de alcaldesa en la historia de Afganistán, aseguró al medio británico iNews que está “esperando” a que los talibanes lleguen a su domicilio, en las afueras de Kabul, y la asesinen. Ghafari, de 27 años, dijo que ha recibido amenazas de muerte.
“Estoy sentada aquí esperando que vengan. No hay nadie que me ayude a mí ni a mi familia. Solo estoy sentada con ellos y mi esposo. Y vendrán por gente como yo y me matarán. No puedo dejar a mi familia. Y de todos modos, ¿a dónde iría?”, dijo Ghafari al medio británico el domingo, horas antes de la caída de la capital en manos de los insurgentes.
Ghafari se convirtió en alcaldesa de Maidan Shahr, capital de la provincia de Maidan Wardak en 2018, desde entonces fue acosada y amenazada por el Talibán. En noviembre del año pasado, el general Abdul Wasi Ghafari, su padre, fue asesinado por talibanes. La joven ha enfrentado al menos tres atentados en su contra.
Los talibanes declararon una amnistía en todo Afganistán e instaron a las mujeres a unirse a su gobierno el martes, buscando convencer a una población cautelosa de que han cambiado las reglas, un día después de que un caos mortal se apoderara del aeropuerto principal mientras multitudes desesperadas intentaban huir.
Muchas ciudades de Afganistán cayeron ante los insurgentes sin luchar y los talibanes han tratado de presentarse a sí mismos como más moderados que cuando impusieron un gobierno brutal a finales de la década de 1990. Pero muchos afganos siguen siendo escépticos.
Las generaciones mayores recuerdan las opiniones islámicas ultraconservadoras de los talibanes, que incluían severas restricciones a las mujeres, así como lapidaciones, amputaciones y ejecuciones públicas antes de que fueran derrocados por la invasión, liderada por Estados Unidos, que siguió a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Si bien no hubo informes importantes de abusos o combates en la capital, Kabul, ya que los talibanes ahora patrullan sus calles, muchos residentes se han quedado en casa y siguen temerosos después de que la toma de posesión de los insurgentes provocara el vaciado de las cárceles y el saqueo de armerías. Muchas mujeres han expresado su temor de que el experimento occidental de dos décadas para ampliar sus derechos y rehacer Afganistán no sobreviviera al resurgimiento de los talibanes.
Reporteros sin Fronteras (RSF) se muestra muy escépticos sobre las garantías que les han dado los talibanes tras su toma del poder en Afganistán para el respeto de la libertad de prensa, teniendo en cuenta su pasado y su comportamiento más reciente.
En un comunicado divulgado este martes, RSF cuenta que el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, les ha asegurado que respetarán la libertad de prensa, pero subraya que dan a esas palabras “una credibilidad muy débil” porque, en primer lugar, tienen “un balance desastroso e incluso terrible”.
Al respecto, recuerda que cuando estuvieron en el poder entre 1996 y 2001 se vivió “un periodo negro” en la historia de Afganistán con todos los medios prohibidos con la excepción de Radio Sharía, que únicamente transmitía propaganda y emisiones religiosas.
El portavoz talibán ha afirmado en su declaración a la organización que la información “será útil para la sociedad y al mismo tiempo podrá permitir corregir los errores de los dirigentes”.
Con información de iNews, EFE y de AP