SU INEXPLICABLE PODER LA LLEVÓ A SER RECONOCIDA COMO UNA DE LAS MÁS PODEROSAS CURANDERAS BLANCAS INDÍGENAS EN TODA LATINOAMERICA
Mujer Yaqui, originaria de Casas Blancas Vícam; Sonora, que por su increíble poder de profeta, adivina, exorcista, mediadora entre nuestra realidad y la dimensión de lo desconocido, llevó su nombre y el del pueblo de Vícam por impensables lugares del mundo, reverenciada por los más grandes santeros de México y Latinoamérica por su incuestionable don.
Medios de comunicación internacionales habrían querido tener de ella una revelación pública de su origen y gran poder, pero en su vida María Matus negó siempre esa posibilidad, mientras las más increíbles historias y anécdotas sobre su enormes logros crecían con infrenable fuerza.
Políticos, artistas, otros hombres y mujeres con similitudes dones llegaron a realizar largos y muy cansados viajes tan solo para estar frente a ella.
Gente necesitada de ayuda fuera de toda lógica llegaron a expulsar cantidades de cabellos por su boca, clavos emanados por su piel, entes que bajo el poder de María Matus eran dominados para abandonar cuerpos que sufrían de asombrosos tormentos.
Capaz de controlar con el poder de la oración o el roce de sus manos a la tierra, el fuego, el aire, el agua, el magnetismo energético de las piedras María Matus simplemente fue para el mundo algo que iba más allá de la Magia, pues fue considerada una extraña unión entre lo cósmico, lo paranormal, la fé y todos los misterios de la predicción a través del viaje astral juntos en ella.
En la década de los años 80s., una catástrofica sequía amenenazaba al pueblo de Sonora,
siendo Gobernador el Dr. Samuel Ocaña.
La gravedad era tal que completamente seca, se encontraba la presa Abelardo L. Rodríguez,
Sin otra esperanza alguna, el Gobierno mandó a llamar a María Matus quien para entonces su gran poder habría cruzado todas las fronteras pensables.
Eloy Bustamante plasma en su libro » María Matus» que la divina Yaqui parada en el bordo de la presa, alzó sus brazos e invocó al cielo; su oración fue profunda y por varios minutos estuvo meditando, cuando en el horizonte se vio un relámpago, al poco tiempo, la lluvia se dejó sentir y en menos de dos horas la presa A.L.R empezó recibir gran caudal de agua de ambos ríos que la nutren.
La gran respetada indígena no era de ese lineal mágico donde la cuestionada hechicería prevalece, como se pudo llegar a creer en el mundo común del «hombre blanco».
No sé llegaba a ella sin que antes de palabra alguna, explicara el origen y el tipo de necesidad con la que se entraba a su modesto hogar.
Para la tribu Yaqui, María, la famosa curandera permanece gravitando en el silencioso valle de Vícam, en el caserío de Casas Blancas dispuesta desde el alba a recibir uno por uno a todos afligidos, los enfermos o atormentados que por algún motivo están afuera de toda paz.
Santos García Wiki, filósofo Yaqui de Lomas de Bácum, invitó en 1991 a Eloy Bustamante autor del libro «María Matus», al ceremonial yoreme donde cientos de Yaquis acuden al sitio sagrado, histórico y comunal para presenciar la más sagrada de las fiestas paganas que aún perduran cobijadas bajo el manto de la tradición, donde a regañadientas –según refiere–, se logró que el escritor sonorense asistiera por vez primera como «un blanco», al ceremonial, donde al conmemorar el incendio de la iglesia de Bácum cuya patrona es Santa Rosa llamada “la Virgen del camino”, ellos tratan de que no se olvide a María Matus a quien le ofrecen un especial ritual Yaqui cada año.
Créditos: Rubén Espinoza Barrón