El primer Místico se concentra en consolidarse como una leyenda al nivel de El Santo, la máxima figura del pancracio mexicano
Después de 17 años, el 27 de agosto pasado, Místico descendió las escaleras de la Arena México con su tradicional máscara en plata y oro con un cáliz, colores y figura que recuerdan el origen católico del personaje, confiado en cumplir un viejo presagio de revolucionar otra vez la lucha libre.
Dicen las leyendas vivientes de la lucha libre que cada 20 años salen los ídolos y yo creo que por algo regresé al personaje en 2021?, respondió Místico este domingo a Efe cuando se le cuestionó por qué desde que dejó ese nombre no ha habido otra gran figura en el pancracio.
“El seminarista de los ojos blancos“, como se lo conoce por ser apadrinado por Fray Tormenta, un sacerdote católico que fue luchador para dar casa y comida a niños en situación de calle, retornó a la lucha libre mexicana a los primeros planos en una carrera que inició el 18 de junio de 2004 y duró hasta 2011, cuando fichó por la estadounidense WWE y se convirtió en Sin Cara.